Desde el mismo momento
de la fundación en 1844, el duque de Ahumada mostró su preocupación por la
construcción de casas cuartel o, al menos, porque se buscaran alojamientos
adecuados. Ya en el decreto fundacional, de 13 de mayo de 1844,
se recogía la necesidad de construir cuarteles en los que alojar a los Guardias
Civiles con sus familias y en el Boletín del
Ejército del 4 de diciembre de 1844 se instaba a los Coroneles Jefes de los
Tercios en este mismo sentido.
Y en diciembre de 1853
indicaba a los Comandantes de provincia que “en el curso del año que va a
entrar (………) se hallen todos acuartelados
en edificios salubres, bien situados sobre el mismo camino real o muy
inmediatos a él, en los puestos de carretera, con las posibles condiciones de
defensa capaces para la fuerza que en ellos se aloje, inclusas las familias de
los individuos que la tengan, con la segregación decorosa para estas, e
independientemente de todo otro vecino”.
En 1875 se ordenaba a
los Jefes de Tercio y Comandancia: “Desde el recibo de esta circular (……) gestionarán
activamente con las autoridades respectivas para que en las poblaciones donde
haya sufrido aumento el alquiler de la casa cuartel se proporcione otra gratis
por el ayuntamiento, o de lo contrario, que se comprometa este a satisfacer de
los fondos municipales el expresado aumento (…….) En caso contrario, se buscará
casa en cualquiera de las poblaciones inmediatas, excitando el celo de los
alcaldes para que las proporcionen”.
Como escribe Daniel Pinzón: “La falta
de un plan de acuartelamiento, por carencias presupuestarias, hizo que la
obtención de los cuarteles se acabara convirtiendo en un problema crónico para
la Guardia Civil. Esto obligó a depender —fundamentalmente durante el primer
siglo de existencia— de edificios en alquiler, en su mayoría caracterizados por
su precariedad”.
En un documento del Archivo de la Diputación de 1894 leemos las condiciones que, a juicio del Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Castellón, debía tener cualquier edificio que pretendiera ser destinado a Casa Cuartel: “Una sala para Oficiales con dos alcobas y ventilación suficiente; Otra para Sala de Armas por lo menos de sesenta metros cuadrados de superficie; habitaciones para 23 individuos casados, las más de ellas con dos alcobas y las restantes con una y cocinas; Dormitorios para 25 a 30 individuos solteros; Dependencias para dos oficinas en que han de trabajar 5 escribientes; Tres despachos para los dos Jefes y el Cajero; Un local para almacén o archivo; Otro para repuesto de utensilio; Un pajar; Una cuadra para 15 a 20 caballos, teniendo en cuanta que cada caballo ocupa un espacio de 1,60 metros de frente por 3 metros de largo, con luz propia y ventilación suficiente, buen pavimento de adoquín o piedra con inclinación y desagüe necesarios; Un escusado para Oficiales y Otro en cada piso para la fuerza y pozo negro”.
En un documento del Archivo de la Diputación de 1894 leemos las condiciones que, a juicio del Teniente Coronel Jefe de la Comandancia de Castellón, debía tener cualquier edificio que pretendiera ser destinado a Casa Cuartel: “Una sala para Oficiales con dos alcobas y ventilación suficiente; Otra para Sala de Armas por lo menos de sesenta metros cuadrados de superficie; habitaciones para 23 individuos casados, las más de ellas con dos alcobas y las restantes con una y cocinas; Dormitorios para 25 a 30 individuos solteros; Dependencias para dos oficinas en que han de trabajar 5 escribientes; Tres despachos para los dos Jefes y el Cajero; Un local para almacén o archivo; Otro para repuesto de utensilio; Un pajar; Una cuadra para 15 a 20 caballos, teniendo en cuanta que cada caballo ocupa un espacio de 1,60 metros de frente por 3 metros de largo, con luz propia y ventilación suficiente, buen pavimento de adoquín o piedra con inclinación y desagüe necesarios; Un escusado para Oficiales y Otro en cada piso para la fuerza y pozo negro”.
Durante
el Gobierno del General Primo de Rivera, algunos Ayuntamientos iniciaron la
construcción de cuarteles, diseñados por los arquitectos municipales. Debemos
recordar que, en estos años, los Alcaldes fueron designados desde Madrid y, en
muchas ocasiones, los cargos recayeron en militares que siguieron al pie de la
letra las directrices del Gobierno. En septiembre de 1929, el Gobernador Civil
de Castellón, Juan Rufilanchas, publicó las obras realizadas en nuestra
provincia entre 1923 y 1928, a cargo de los respectivos Ayuntamientos:
Nuevas casas cuarteles:
Alcalá de Chivert, Alcora, Altura, Cálig, Cuevas de Vinromá, La Jana, Lucena
del Cid, Morella, Santa Magdalena de Pulpis, Traiguera, Useras, Vall de Uxó,
Villafranca del Cid, Villahermosa del Río, Villanueva de Alcolea, Villarreal,
Vistabella del Maestrazgo
Casas Cuartel
reformadas: Adzaneta, Albocácer, Almenara, Artana, Benasal, Benicarló,
Castellón de la Plana, Caudiel, Cortes de Arenoso, Chert, San Jorge,
Villafamés, Zorita del Maestrazgo
De esta primera época recordaremos a los arquitectos José Gimeno Almela, autor de los proyectos de casa cuartel de Villarreal (1916), Borriol, Morella y Vall de Uxó y Francisco Tomás Traver, que firmó el de Almazora (1922).
Una Orden de 6 de julio de 1935 publicó los nombres de cinco arquitectos
elegidos en concurso público por el Gobierno de la República, a los que se
asignó a cada una de las Zonas de la Guardia Civil.
La responsabilidad de nuestra provincia recayó en Pedro Sánchez Sepúlveda,
aunque todavía se ejecutaron algunos proyectos bajo la dirección de otros
arquitectos como los de Argelita, Almenara y Albocácer, realizados en 1935, 1940
y 1941, respectivamente, por Vicente Traver Tomás, el de Segorbe, obra de Mauro
Lleó Serret de 1943 y los de Moncófar y Nules, firmados por José Ramón Pons
Ibáñez en 1944.
Tras
la Guerra Civil fueron designados otros cuatro arquitectos por una Orden del
Cuerpo de 21 de junio de 1945, pero como se respetaron, en un caso inédito, los
cinco nombrados por la República, se dispuso de nueve, a los se asignó un
sector independiente de la distribución territorial del Cuerpo.
Nuestra
provincia fue asumida por Javier Barroso Sánchez-Guerra, quien firmó, al menos, los proyectos siguientes: Albocácer (1954),
Almenara (1956), Artana (1956), Benicarló (1970), Benicasim (1973), Burriana
(1974), Cortes de Arenoso (1957), Fanzara (1969), Onda (1957), Oropesa (1965),
Rosell (1957), Torreblanca (1945), Vall de Uxó (1957) y Vallibona (1971). Pero,
sin embargo, el de Barracas fue realizado en 1941 por Luis Gay Ramos y el del pantano de Sichar
correspondió en 1951 a Rafael Azcoiti Sánchez.
Una Orden de 20 de
abril de 1956 de los Ministerios de Gobernación y Trabajo dispuso que, en los
sucesivo, los diversos arquitectos que trabajaran para la Guardia Civil,
hicieran uso de unos proyectos tipo previamente formalizados por los
servicios técnicos de la Guardia Civil. A principios de los años setenta se
produjeron nuevas incorporaciones de arquitectos y la desaparición de los
límites sectoriales asignados a cada uno.
Entre
estos destacaremos a Manuel de Lorenzo Jiménez, autor de los proyectos de los
cuarteles de Castellón de la Plana (1971) y Alcalá de Chivert (1981) y el
equipo formado por Carmen Espegel Alonso y Concha Fisac de Ron, autoras del
proyecto de Oropesa de 2009.
El
Gobierno de España en la respuesta a una pregunta parlamentaria realizada en abril
de 2017, detalló el número de pabellones que existían en nuestra provincia:
Actualizado el 19 de diciembre de 2018
Felicidades por el blog y por la labor que estáis realizando para poner en valor la presencia de la Guardia Civil en la provincia de Castellón. Me alegra mucho ver que mis investigaciones son de utilidad y contribuyen a conocer mejor la historia de los acuartelamientos (con ese objetivo se hacen). La documentación fotográfica y técnica es muy interesante y demuestra el esfuerzo investigador hecho. En ese sentido, sería de gran utilidad que indicaseis las referencias bibliográficas empleadas y las fuentes documentales a las que habéis acudido. Un saludo y enhorabuena de nuevo!
ResponderEliminarTenemos previsto incluir un par de entradas dedicadas, respectivamente, a las referencias bibliográficas y a los agradecimientos. Pero entendemos que un blog no se rige por los mismos parámetros que trabajo académico. Gracias por tus palabras y enhorabuena por la tesis realizada.
ResponderEliminarGracias por vuestras palabras. Me encuentro a vuestra disposición para todo aquello que necesitéis para continuar con estas investigaciones. Saludos!
ResponderEliminarGracias. No dudes de que aprovecharemos tu ofrecimiento. Saludos¡
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